miércoles, 27 de marzo de 2013

HOLA


HOLA
enrique cabrejas©2013
e-nstitut ideal nol©2013

No es grato verme en la obligación aforística de llamar al orden y fiscalizar a la Real Academia de la Lengua Española como ustedes pueden comprender. Es más egregio y preferible para mí ser recordado mejor como “el descubridor” que como “el azote de las academias” pero con los abastos conocimientos de la materia que en la actualidad poseo no puedo dejar de escandalizarme cuando leo en sus páginas lo que leo, y eso es extensible a toda institución o medio que trate estos asuntos en nuestro país, incluso otros fuera de nuestras fronteras. Bien vale para el RAG, El Institut d'Estudis Catalans, la Académie françáise y la Portuguesa y que deberán algún día dilucidar su verdadera relación parental con el Latín a la hora de elaborar sus diccionarios. Aun me consta que en Francia hay solventes historiadores y lingüistas que cuestionan seriamente a éste en su particular, y por supuesto dejaré que sean los franceses quienes diriman el origen de su propia lengua y de la cual conozco perfectamente su ancestral procedencia, pero que no es el tema que nos ocupa. Me limitaré a no distraerme y centrarme en mi objeto porque la RAE va a tener que limpiar mucho y fijar de nuevo próximamente si quiere dar esplendor a nuestra excepcional lengua, dado lo mucho que les he de memorar. Por supuesto no les responsabilizo de aquello que se hizo mal ayer y tampoco de la situación heredada, pero en el futuro deberán actuar con mayor sentido del deber, sensatez y compromiso con nuestra lengua española. Contrastar mi información si pueden y saben, como así lo espero. O al menos deberán reconocer que debido a su analfabetismo sobre la lengua ibérica de los íberos y celtíberos emitieron un juicio equivocado precipitado y sin justificación. Hoy deberán comprobarlo diligentemente. Aun les daremos toda nuestra comprensión, el tiempo y todo el apoyo necesarios, pero en lugar de arrogarse la potestad de una custodia falseada e incompetente, esta vez deberán resolverlo de modo cierto. A manera de ejemplo, véase nuestro saludo: “Hola” puesto que lamentablemente no tienen el lugar que les corresponde en nuestra hermosa lengua.

Entenderán que es clamoroso y hasta subrealista, que la RAE nos diga que “hola” viene del inglés “Hello”. ¡Anda! ¿Y se quedan pero que tan anchos? No me lo puedo creer. ¡Hala! ¿de verdad no desean repasar de nuevo esta entrada? Por favor, vayan y háganlo. Me consta que esta mal. Porque de acuerdo con la Oxford English Dictionary nos dice que ésta no es una palabra propia suya y que es la alteración de “Hollo” del alto alemán antiguo para “saludar a un barquero” nada menos. Por favor, seamos serios. No se dan cuenta que la gente entra en sus páginas para resolver las dudas y conocer hechos ciertos que concuerden con la realidad. Pues si no conocen su procedencia es mejor que lo digan abiertamente. No pasa nada, no tienen la obligación de responderlo “todo”, pienso. Pregunten a quien sepa. Por ejemplo, consulten a un servidor. Pero he dicho ¿todo? sí, escuchen atentamente porque les acabo de saludar. Es decir, los eruditos no tienen ni idea de todo esto pero ¿no les parece extraño que una palabra tan usual e importante para nosotros no tenga origen propiamente en el latín? ¿Qué extraño? Pues claro, no proviene de ahí pero aun menos del sajón, esto ya es lo último. Es francamente ridículo. Que la palabra con la que nos saludamos a diario los españoles venga del inglés, no te jo..! “Computer” “Parking” Ok! but Hello?

¡Hola! es una palabra nuestra. Es un vocablo celtíbero. Ellos decían “ola”, y si desean contrastarlo se lo dejo escrito también en griego antiguo que es la lengua de los iberos y los celtíberos pero escrita de otro modo con un alfabeto epichorikos, aunque la comunidad científica no lo haya reconocido todavía y siga pensando que la lengua celtibérica es celta. No miren, su lengua fue la proto-griega frigia. ¡Hola! es una expresión ibérica que sirve para preguntarle a alguien si todo le va bien. Es natural, ¿no? Es como lo hacían los celtíberos, y como lo hemos continuado haciendo nosotros y las generaciones de todos los tiempos en nuestro país. Eso sí, hemos tenido que tragar y ponerle una “H” propia del latín, también lo hicieron para una “Hispania” que no la necesitaba, incluso para un Have que no suena. ¡OLA! ¿Pero que esperaban? Si el celtíbero es nuestra lengua. Pero parece que deberé estar emitiendo eternamente comunicados hasta que lo verifiquen de una vez por todas y puedan convencerse de que el 21 de Abril de 2012 conseguí descifrar la escritura ibérica y para que lo comprueben se lo dejo escrito debidamente: όλα καλά que significa “todo bueno”. ¡Hola! viene de “holos”: “Todo”. Palabra original: ὅλος. Y déjenme que les añada un dato revelador, en esta ocasión la RAE no ha podido justificar la palabra “hola” en su procedencia del latín ¿y saben por qué? porque es palmario que nuestro “Hola” en latín es salve y que es otro idioma distinto al nuestro, tanto la salutación como la despedida en esa lengua de Roma es también el conocido saludo al cesar: AVE ¿saben qué quiere decir este vocablo? Pues significa exactamente lo mismo que nuestro όλα “estar bien”. Les diré más: Todo viene de “OLA KALA”.

Si uno es lo bastante observador se dará cuenta que curiosamente las iniciales de esta palabra son la misma exclamación “OK” y que es cotidiana tanto en italiano y en griego pero que se le atribuye una procedencia inglesa, y es que ciertamente ellos la usan frecuentemente y desde que la asimilaron. La palabra en cuestión podemos discutirla pero lo que es incuestionable es la hegemonía marítima británica y de ahí su popularidad, pero y ¿qué significa esta palabra? Pues significa “all right”, es decir lo mismo que “ola kala” “todo bien”. Si fuera su procedencia inglesa por fuerza hubiera tenido que ser: “AR” en lugar de “OK”. Me consta es la palabra internacional entre los marinos cuando se cruzaban en el mar con sus barcos y que querían comunicar que todo estaba en orden, que todo iba bien. Son de aquellas palabras que a través de los tiempos cruzan fronteras y se universalizan. Y tiene sentido porque durante años el idioma franco en los puertos, y más en los mediterráneos y para los marineros no fue otro que el idioma griego. Así que ustedes pueden sacar sus conclusiones. Y es cierto, en Oxford tenían toda la razón, porque es seguro que hasta los mencionados “Hollo” y “Hello”, ¿recuerdan? sí fueron realmente “para saludar a un barquero” como ellos decían. Lo que nadie nos dijo hasta hoy es que tuvo su primigenio origen no en el alto alemán sino en nuestra propia lengua ibérica de los celtíberos. OLA.

Bibliografía: Cabrejas Iñesta, Enrique (Enero 2013) KARUO - EL SECRETO ÍBERO - ISBN 978-84-9030-665-9. Colección: Investigación. Editorial Círculo Rojo. Almería. DEPÓSITO LEGAL: A 1185-2012.  

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