miércoles, 13 de marzo de 2013

PIRINEOS


Los Montes Pirineos
enrique cabrejas©2013
e-nstitut ideal nol©2013

Hay que plantearse una simple pregunta. Parece sencilla pero nadie se la había hecho. ¿Por qué el Pirineo lleva implícito en su nombre el apelativo de νεο “neo”? Es decir agregada la condición, calidad o característica de “nuevo”. Pues verán, los antiguos griegos distinguían entre los nombres apelativos y los nombres propios. Si ustedes conocen donde habitaron los dioses de los íberos y los celtíberos conocerán quienes son los íberos y los celtíberos y también el modo por el cual llamaron a los lugares y las cosas, de lo contrario seguirán como hasta hoy desconociendo todo acerca de ellos y únicamente planteando hipótesis que no conducen a ningún sitio ni explican absolutamente nada. Miren, ellos daban culto a los Titanes y hasta la llegada de los nuevos dioses olímpicos vivieron en Grecia, en el monte Olimpo. A su falda, a su regazo, en el lugar donde vivían los tracios y los griegos macedonios. Una de esas tribus tracias, los Píeres de la región de la Piería encontraron en un Pirinneo su nuevo lugar de la nieve, y con ellos los Titanes su nueva morada. Los griegos pensaban en el monte Olimpo como si hubiera sido construido con palacios de cristal en los que los dioses habitaban. El monte es conocido en la mitología griega desde cuando Γαια “Gaia” la madre tierra dio a luz a los Titanes. Es el inicio de la historia de nuestro país, aun tuviera un comienzo lejos de nuestras latitudes, pero desgraciadamente los historiadores en su cegada visión celta de la historia de nuestro país se limitan a permanecer mudos dentro de la ortodoxia vigente y equivocada, pues los Titanes eran los antepasados de los dioses olímpicos y a la vez los dioses de nuestros iberos y celtíberos. Los dioses Titanes se sirvieron de las montañas como sus tronos. Eran tan grandes que Χρόνος “Chronos”, uno de los más jóvenes y más potentes tal y como llegó se sentó en el Olimpo. Miren, la etimología del Πίρινεο “Pirineo”, los montes Πίρινεος “Pirineos” quiere decir: Nova llar de neu “Nuevo hogar de la nieve” y son nuevos porque había otros anteriores ya en la Καταλώνια "Cataluña" griega. Y eso, sin duda, es porque las personas que se han ido de un sitio no dejan nunca de pensar en él. Es algo sorprendente pero esa es la realidad y los historiadores ortodoxos (que hoy son todos) no quieren ni oir hablar de ello. Lo lamento, pero así deberé recordárselo una y otra vez, y aun a mi pesar hasta que finalmente lo admitan. Además y por si fuera poco, al norte de la Píeria, en los alrededores del río Strimon, en las cercanías de un nuevo reasentamiento de los antiguos Pieres se encuentran las montañas Πιριν “Pirin”. Una cordillera montañosa con Vihren (2.914 m de altura) el pico más alto, situado en las coordenadas: 41° 45'50 "N 23 ° 25'30 "E. Compruébenlo.

Ahora ya conocen porque los Pirineos se llaman como se llaman, y el por qué tienen ese nombre y también saben de su etimología. Los etimólogos deberán replantearse seriamente las etimologías a partir de ahora tanto del río Ebro como de los Pirineos como de todas las ciudades celtíberas que yo puedo explicar y en cambio ellos no, y por alguna razón se deberá esta circunstancia, ¿no les parece? dado que hasta hoy o bien carecen de ellas o sencillamente las tienen equivocadas. Verán, el problema fundamental es que no entienden como y el modo por el cual los antiguos griegos pensaban y llamaban a las cosas, aun menos como lo hicieron los iberos y los celtíberos y en el fondo es fácil, lo hacían exactamente igual. Porque los íberos y los celtíberos eran antiguos griegos. Siempre pensamos que fuimos primeros en todo. Que nuestros orígenes ancestrales estaban donde nacimos, aquí en la península ibérica y en occidente, sin embargo es muy emocionante descubrir que existen a miles de kilómetros de distancia autónimos secuenciados: Ebro-Pirineos-Prades-Catalunya y localizados en ambos territorios por igual, en la antígua España y en la antígua Grecia. La misma denominación para un río, una montaña, una ciudad y un territorio. Eso no es posible si no fue planeado por quienes de ese modo lo pretendieron. Y si lo hicieron así, es porque quisieron que se recordase y es nuestra obligación respetar sus voluntades. ¿hasta cuando van a ignorarlo?

Les sugiero estudien mi publicación en la cual doy debida cuenta de todo ello con detalle: Cabrejas Iñesta, Enrique (Gener 2013) KARUO - EL SECRETO ÍBERO - ISBN 978-84-9030-665-9. Editorial Círculo Rojo. Almería. DEPÓSITO LEGAL: A 1185-2012.

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