jueves, 21 de marzo de 2013

Raíces catalanas en Samotracia


Raíces catalanas en Samotracia

Katalakoç
enrique cabrejas©2013
e-nstitut ideal nol©2013

Viajen hasta una localidad con un paisaje severo pero agradable. De gente sencilla, amable y hospitalaria. Se trata de una isla de gran belleza, minimalista. Una isla de auténtica delicadeza. Históricamente sus habitantes son descendientes de los conocidos viajeros Argonautas. Viven en antiguas aldeas y sin la ansiedad que invade a los habitantes de las grandes ciudades. Desde los años de la antigüedad se han ocupado a la agricultura y a la ganadería, actualmente también al turismo y la restauración. Sus danzas y bailes se mueven a ritmo lento. Las creencias y costumbres de muchos de sus pueblos están asociados a la cercana península de Asia Menor, y esto es notorio en sus villas. Muchos de sus antiguos habitantes encontraron refugio allí, tras la persecución sufrida durante años por los piratas y en las continuas guerras.
Den un vistazo y es como cualquier otro pueblo de la Costa Brava catalana. Las calles están repletas de turistas como en un entrañable puerto del Ampurdà gerundés. Cambiar este maravilloso lugar, que antiguamente tuvo que ser peligroso al encontrarse expuesto a la imparable llegada de embarcaciones hostiles de cualquier isla o litoral del mar Egeo, tuvo que ser duro para ellos, sin duda pero posiblemente una decisión necesaria. Todo es salvaje, agreste pero natural y moderado. De súbito, te sorprenden unas inesperadas dunas. El cielo es claro, la tranquilidad y el silencio recuerda el paisaje asolado que un día conocí en el Delta del Ebro tarragonés. De regreso al pueblo, en las terrazas al aire libre se respira un ambiente distendido. Suena un acordeón y en una taberna de Ατσική “Atsiki” y que es el municipio del pueblo a donde nos dirigimos; Καταλακο “Katalako”. Es decir: Lo Català. Hombres y mujeres de cierta edad animosos y relajados se reúnen entorno a una mesa y entonan canciones tradicionales, mientras una joven camarera no da abasto a servir vinos y refrescos con todo tipo de tapas de queso, pastas y pescado. Si no fuera porque cantan en perfecto griego, diría que estamos escuchando las típicas habaneras de los entrañables marineros de Calella, y en la misma Palafrugell.

Hoy, 23 de Agosto de 2012 descubro unos orígenes catalanes en la hermosa isla griega de Lemnos:

Καταλακο “Katalako” es una recóndita aldea de la isla griega de la originariamente llamada Λήμνου “Limnou” y que hoy recibe y es conocida con el nombre de “Lemnos” en la Región Norte del Egeo. Κατάλακο Λήμνου y en catalán “Port Nou del Sot”. Puerto Nuevo de la Rambla, dicho en castellano y es que este humilde lugar está situado en una torrentera. Es llamativo que incorpore al nombre el artículo neutro catalán “lo” pero escrito lógicamente en griego“κο”.

No es muy común una ciudad o un pueblo de Grecia que lleve agregado el artículo neutro “ko” como el caso de Katalako de Lemnos, y tampoco lo es en la Península Ibérica… no lo es excepto allí donde se debe esperar que lo lleve, porque en España tenemos otro lugar que lo lleva igual, sólo que siempre lo hemos visto escrito con ortografía latina: Tarraco, es decir la prerromana Ταρρακο y sabemos que “k” pasa a ser “g” en la denominación posterior para una actual Tarragona. Así que tanto en la isla griega de Lemnos como en la antigua Cataluña de la península ibérica tenemos el mismo artículo neutro para una ciudad, porque sepan que Tarra existió. Fue una ciudad antigua en el centro de la isla de Creta. La tradición escrita la considera como un enclave religioso con muchos templos de ofrendas y culto para el dios “Apolo Tarraiou”. Tarra estaba ubicada en un entorno encantador, natural pero inhóspito. Tenía buena fortificación para protegerse de frecuentes incursiones de piratas, y los residentes se suministraban de agua potable desde un desfiladero, el de Samaria. Tarra, por las evidencias arqueológicas sabemos que fue fundada en los principios de los tiempos históricos por los Dorios. Es decir que era una ciudad independiente cretense, respetada por los tratados y contactos con ciudades de las zonas de la llanura del Messara y otras ciudades-estado del Egeo: Rodas, Corinto, Atenas, etc y con las cuales formaba una federación. Se llamaba Κοινόν y que significa “común”. La ciudad acuñó su propia moneda, que por un lado en el anverso es una abeja y en el otro por el reverso la cabeza de la cabra salvaje de Creta.
Regresando a la isla de Lemnos, una ciudad próxima a Καταλακο es la ciudad de Σαρδες “Sardes”. Un pueblo donde se bailan danzas tranquilas de la ciudad y que luego tras su paso por Sardegna renovadas ya en Catalunya, es decir añadiendo ανα “nueva” las llamaron “Sardanas”.

Desde aquella isla de Limnou, allí donde se cultiva y proceden las semillas del preciado “Μοσχάτο Λήμνου, το νέκταρ των θεών” es decir el “Muscat de Lemnos, el néctar de los dioses”. Nosotros en Catalunya le llamamos “vi moscatell” y en el resto de España “vino moscatel”. Obsérvese que para decirlo, justo en un griego de Lemnos decimos Μοσχάτο. Un sintagma compuesto de las palabras Μοσ+χατο “Mos y cható”, dos palabra hoy catalanas de gran significación para nosotros y también de una milenaria tradición indiscutible. Anar a fer un mos significa “ir a comer” y cható es una conocida salsa catalana. El xató el cual hasta con otra y distinta ortografía, lo escribimos en catalán exactamente igual que ellos, y no sólo eso, sino que además lo decimos tal cual. El “cható” es una salsa elaborada a partir de almendras y avellanas tostadas, miga de pan con vinagre, ajo, aceite, sal y ñora. Son ingredientes muy característicos mediterráneos. Esta salsa que acompaña a la ensalada de escarola con anchoas, atún y bacalao, se atribuyen su paternidad ciudades tales como Vilanova y la Geltrú, Vendrell, Sitges y Vilafranca del Penedes. Con su permiso doy un veredicto: “The winner is… ?!” ¡Todas! Porque el origen del xató pertenece a la cultura del vino. Y dicho en su expresión más canonizada, pues no se trata sólo de un vino sino de una ambrosía santa en un ritual bendito y consagrado. Cuando el vino estaba a punto de ser catado se aixetonaba las cubas y se colocaba un pequeño grifo aixetó para servir el vino. Este instante marcaba el comienzo de la fiesta del vino nuevo. Una celebración que se acompañaba de una comida con ingredientes salados como el pescado y que se encontraba en las casas de los pescadores y también de los campesinos de la localidad. La servían con hojas de la verdura correspondiente a la temporada de invierno y una ensalada con salsa. Esta comida que acompañaba a la ceremonia de abrir la bota de vino, es el motivo del actual xató. El origen de esta salsa sacramental por lo tanto se encuentra en nuestra casa pero primeramente en nuestros propios orígenes, los que tenemos los catalanes en esta bienquerida isla samotracia de Lemnos.

En el otro extremo de la isla se encuentra Πορτιανου es decir “Portianou” que lleva el nombre de puerto, de la diosa Titán (Tía) y también de lo que es nuevo, todo junto al tratarse de un sintagma y en un claro vocabulario catalán. Pues bien, les decía que cerca de “Portianou” se encuentra la ciudad de Θάνος “Tanos” y allí leo la siguiente inscripción: “χτισμένο στις πλαγιές του Κάκαβου” algo así como: “Construido en la ladera de Kakabou.” ¡No me lo puedo creer! Permitan que no les traduzca que significa en catalán “cacabou”, aunque ya se lo pueden imaginar ¿verdad? Miren, nuestro cuento más popular y que a los niños catalanes nos contaron alguna vez, fue el de “el Patufet”: “Patufet, on ets? – Sóc a la panxa del bou.” ( Patufet ¿dónde estás? – En la barriga del buey. ) Pero de todas las expresiones que hemos heredado de nuestros abuelos en Catalunya quedan muy pocas. Somos una generación con un léxico cada vez menor y no quisiera decir también más simple. Aunque por poco léxico que poseamos hoy en día, hay una dita “un dicho” que los catalanes lo hemos escuchado o usado alguna vez, y es una exclamación: La Mare del Tano! que es cómo decirte: “¡La madre que te parió!” Es una de las frases importantes de la lengua catalana, y no para insultar sino para expresar sorpresa. Y es que según dice la leyenda popular; cuando se prohibió circular de noche por la calle con capas largas y sin farolillo, un tal Tano salió a pasear de noche sin iluminación; y cuando los guardias lo pararon sacó un farolillo apagado que llevaba en su bolsa y se excusó diciendo que fue aconsejado por su madre. No pudieron recriminarle nada, porqué en la disposición de la ley no decía que se tuviera que ir con el farolillo encendido: “¡La madre que te parió!”

¿Pero Tano tiene algún sentido o significado al margen de todo esto? Por supuesto, “Tano” significa inmortal y eso es exactamente lo que son los antiguos dioses griegos “Los Titanes” y que fueron los dioses de nuestros íberos y celtíberos en la península ibérica. La ortodoxia histórica les atribuye una descendencia celta pero es un error colosal de la comunidad científica. Es un verdadero Axioma. Sólo puedo recordárselo una y tantas veces sea necesario hasta tengan la voluntad de comprobarlo. Les ayudaré. Recuerden que aquí esos pueblos recibieron el nombre Tanos: Carpetanos, Layetanos, Lusitanos, entre muchos otros. Y recibieron esos nombres, aunque nunca nadie nos lo dijera antes ni tampoco nos diera un por qué y es que fue pues justamente por su religión, por sus ritos, por sus creencias. La que daba culto a los Titanes antes del nacimiento de los dioses Olímpicos en la antigua Grecia y al regazo del monte Olimpo. Nuestros antepasados fueron los antiguos griegos: Minoicos y Micénicos.

Pero bajemos del monte Olimpo y volvamos al mundo terreno y en los restaurantes de la playa de Romeikos Gyalos acompañan los platos con salsas. Y antes hablamos de ello, y la receta más popular en Catalunya es una picada para acompañar los calçots, que son unas cebollas suaves o puerros. Esta salsa se llama “Romesco”, y mira por donde que casualidad, Romeikos el nombre de una de las playas populares de la isla de Lemnos y que usan los mismos ingredientes de su región, al igual que los nuestros para cocinar sus salsas. Pero ahora no estoy en Tarragona, de donde se dice que es originario el Romesco.

Limnou “Lemnos” la isla del dios del fuego Ἥφαιστος “Hefestos”, hoy sus tradiciones siguen bien vivas y vigentes en nuestro litoral con la llegada de la primavera y del verano a los que recibimos con hogueras, fallas, lumbres, brasas y gran ardor. Y he de decir que hay en esta pequeña isla más etimología catalana que en toda la comarca del Penedés. Y alguno puede pensar, eso es que algún turista catalán y de paso por la isla habrá dado todos esos nombres, pero ¿es que los dio en griego y con un significado etimológico propio del griego también? ¡Por favor! No hay mayor ciego que el que no quiere ver y tampoco mayor sordo que aquel que no quiera escuchar. ¿Qué me dicen de xató o xato? incluso lo usamos para dirigirnos a alguien de un modo muy cassolà “cotidiano”. Limnou, Katalako, Sardes, Portianou, Tanos, KakaBous, la lista sería interminable y podría seguir y no es que digas: ¡Anda! Todo esto es igual dicho en griego que dicho en catalán pero escrito de otro modo. Con otra ortografía. Pero es que hasta en sus danzas tradicionales podrán verlos bailando tomados de la mano con pasos lentos de antigua sardana, con faixes “fajas” a la cintura y hasta calados con barretinas, porque no se si se habrán dado cuenta ya, pero... Ho diré clar i català: Els catalans som katalakoç.

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Les sugiero estudien mi publicación en la cual doy debida cuenta de todo ello con detalle: Cabrejas Iñesta, Enrique (Enero 2013) KARUO - EL SECRETO ÍBERO - ISBN 978-84-9030-665-9. Colección: Investigación. Editorial Círculo Rojo. Almería. DEPÓSITO LEGAL: A 1185-2012.

Comunicado por Enrique Cabrejas Iñesta con fecha 14 de Marzo de 2013 (Barcelona)

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