LOS TOROS
DE LIDIA
enrique
cabrejas©2013
e-nstitut
ideal nol©2013
El legado de
los iberos y celtíberos es tan colosal que resultaría imposible
enumerarlo. La cuestión es que durante todos estos años, esta
cultura y que es la nuestra, ha sido ocultada e ignorada. Lapidada
ruinmente por sus oponentes y por los interesados en hacer recaer en
otra lengua que no fuera propiamente la celtíbera toda la
excelencia, cuando justamente los celtíberos tenían en el concepto
de “Areté” aquello que significa el talento y la aptitud
excepcional. Y estas cualidades las podríamos encontrar desde la
gastronomía hasta las costumbres, y una de ellas son las tradiciones
taurinas.
Al margen de
las opiniones más o menos interesadas respecto a la fiesta de los
toros, se ha dicho de la tauromaquia que proviene del idioma griego:
ταῦρος, “toro” y μάχομαι “luchar”,
y que se refiere a todo lo relativo a la práctica de lidiar toros y
se remonta a la Edad de Bronce. Es cierto. Es un alivio para mí,
porque ni se imaginan lo mucho que me duele tener que estar
corrigiendo todas las barbaridades que he leído en todo este asunto,
y todo indica que seguiré leyendo durante bastante tiempo. Sí,
efectivamente éste es un arte que los celtíberos practicaron y que
trajeron consigo a nuestra península. En las monedas que acuñaron
los podemos ver como lanceros a caballo.
San Fermines
en Pamplona, San Sebastían de los Reyes en Madrid, Cuellar en
Segovia, Medina del Campo en Valladolid y en definitiva numerosos
pueblos de España son sinónimo de la fiesta nacional, corridas
de toros y encierros de toros. En el entorno ibérico, cada
festejo y cada pueblo tiene sus propias señas de identidad y tenemos
los encierros de toros, las sueltas de toros y vaquillas, capeas,
espantes, los toros ensogados, los toros embolados o de fuego,
recortadores, también lidia de los forcados portugueses o las
corridas vasco-landesa y la camarguesa en Francia, casi ná. Todo
ello tiene su origen en la caza del toro que practicaban los
celtíberos en toda la península ibérica. Es una costumbre
ancestral y por tanto no exenta de polémica entre sus conservadores
versus sus detractores, pero en cualquier caso aquí no se
discute eso, sino lo que se dirime es su procedencia, y es claro que
los rituales taurinos han expresado y aun expresan la antiquísima
costumbre de correr toros, tanto desafiándolos como asumiendo un
riesgo a cuerpo limpio. También el lanceo se fundó tanto en
la tauromaquia popular cómo de los ejercicios y los entrenamientos
militares por parte de la nobleza celtíbera corriendo toros a
caballo, y en sus monedas podemos perfectamente apreciarlo. Con el
paso del tiempo, algún valiente y arrojado recorría los pueblos
ofreciéndose como matador de toros, y con los años fueron mutando
hacia una tauromaquia moderna, cuya máxima expresión son aun hoy
las populares corridas de toros y los encierros.
Veamos que
dicen los eruditos y expertos al respecto de los “Toros de
Lidia” y concretamente de su existencia: “La respuesta es
sencillamente NO, y podemos
dar argumentos al respecto ... No existen caracteres morfológicos
propios de los toros de la hipotética raza de lidia,... No conocemos
ni una sola descripción científica de los caracteres
diferenciadores de la hipotética raza de lidia. Y ello a pesar de
haber consultado una muy amplia bibliografía. La razón es sencilla:
no puede ser descrito lo que es inexistente... La afirmación de que
no existe la raza de lidia, no es evidentemente sólo nuestra...”
¡Huy!
parece que ya lo tienen claro, y entonces ¿qué les digo yo ahora?
Ciertamente todo lo tienen perfectamente razonado pero si no fuera
por el nimio detalle de que los toros de lidia sí que
existen, sólo que para comprobarlo deberán tomarse la molestia de
buscarlos un poco lejos de los ruedos y de España. Justo en el lugar
de los orígenes de los celtíberos y que son quienes los trajeron a
nuestro país en sus imponentes navíos. A los toros de Lidia podrán
verlos estampados, si les apetece, en la extraordinaria cerámica de
la región de λυδια “Lidia”. ¡Ay! Casi se me olvida
¿dónde se fundó la ciudad de Lydia? Pues nada menos que en
ταῦρος, es decir el “Monte Taurus” de la península
de Asia Menor.
Finalmente
déjenme decirles la exclamación tan popular en los ruedos y en los
tablados de Ole y Olé.
Por descontado tiene una procedencia ibera y celtibera que se remonta
a los tiempos de los orígenes de la ancestral fiesta. Procede de una
contracción gramatical griega antigua, es decir totalmente ibera y
celtíbera: συν·απ·όλλυμι
(συναπ+ολ(ε)·(σ)-/συναπ+ολε·σ-)
y que corresponde al verbo: “Aniquilar”, συναπ+ολε·σ
“mátalo”. En realidad se trata
de un verbo Aoristo en 2ª persona singular: συναπ·ολε·σῃς:
“Tu debes matarlo”. Tal vez sea
duro el grito de Ολε
“mátalo” pero las tradiciones antiguas así lo fueron, máxime
cuando se trataba de dar muerte al toro. Ese grito es el que se le
daba al matador para que diera la estocada final o para descabellar
al morlaco. Hoy ha perdido toda su significación primigenia y
tampoco no suena con esa dureza, pues se generalizó a la suerte de
la lidia en general o para animar bailes. Luego por imitación y
contagio se universalizó para terminar asimilado al resto de los
espectáculos y también de los deportes. En la actualidad lo
exclaman y es cántico de infinidad de aficiones para alentar a sus
respectivos equipos, como es en el claro caso del fútbol. Así son
los idiomas, que derivan y se prestan unos a otros, y éste es del
nuestro propio que tuvo sus primeras voces en el ibero y en el
celtibero (antiguo griego), aunque la RAE
no diga nada ni lo haya resuelto satisfactoriamente todavia. Están a
tiempo de rectificar, afortunadamente aun perduran en nuestra lengua:
ole y olé.
Comprobé
que los íberos y los celtíberos eran antiguos griegos y sus idiomas
lógicamente también. Hoy siguen siendo los nuestros empero
romanizados, sin embargo los eruditos en el mayor escándalo de la
historia universal son incapaces de reconocerlo porque un día
admitieron sin comprobación que los iberos y especialmente los
celtíberos fueron supuestas tribus celtas cuando las evidencias
muestran todo lo contrario. Eso jamás les permitirá explicar nada
ni llegar a comprender nuestras costumbres y cultura, ni su lengua ni
tampoco la que hoy es la nuestra. Quienes fueron realmente los
íberos y los celtíberos pero algún día deberán afrontar ese reto
y comprobarlo fehacientemente.
Verán,
los celtíberos septentrionales hablaban la lengua proto-griega
Frigia. En
realidad, la lengua de los celtíberos
y la frigia
es la misma lengua, pero escrita de otro modo. Los celtíberos en
ningún caso pudieron ser celtas porque no hablaban ese idioma.
Fueron antiguos ελλας
“helenos”. Por supuesto sé
que eran antiguos griegos: minoicos
y micénicos
y lo conozco no porque sea algo que lo presuponga sino porque ellos
lo dejaron por escrito cristalinamente en sus láminas y estelas, y
yo puedo leerlas. Incluso es más, nos dieron su procedencia
concreta. Y la pregunta que me hago es ¿hasta cuando van a
ignorarlo? Por favor, compruébenlo. Yo ya lo hice.
----
Les
sugiero que estudien mi publicación en la cual doy debida cuenta de
todo ello con detalle: Cabrejas
Iñesta, Enrique (Gener 2013) KARUO - EL SECRETO ÍBERO - ISBN
978-84-9030-665-9. Editorial Círculo Rojo. Almeria. DEPÓSITO LEGAL:
A 1185-2012.
Comunicado
por Enrique Cabrejas Iñesta con fecha 10 de Abril de 2013
(Barcelona)
No hay comentarios:
Publicar un comentario